Para los pacientes

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Ayudamos a que las personas con cirrosis se mantengan sanas

Somos un grupo de 10 centros de todo los Estados Unidos que queremos mejorar la vida de las personas con cirrosis.

Aspectos básicos de la cirrosis

El hígado se encuentra bajo las costillas del lado derecho (figura 1). Está conectado al intestino (intestinos y estómago) por un vaso sanguíneo llamado vena porta.

El cuerpo no puede sobrevivir sin el hígado. El hígado realiza muchas tareas importantes:

  • Produce cosas que ayudan al cuerpo a funcionar correctamente
  • Limpia la sangre
  • Almacena nutrientes importantes para que el resto del cuerpo los utilice según sea necesario
Función hepática:
Ejemplo:
Lo que hace:

Produce cosas

Bilis

Favorece la digestión de los alimentos

Proteína albúmina

Realiza muchas tareas, entre ellas impedir que el agua salga de los vasos sanguíneos

Proteínas coagulantes

Previene el sangrado después de un corte

Proteínas anticoagulantes

Previene la formación de coágulos en la sangre

Hormonas (muchas)

  • Ayuda a producir plaquetas (parte de la sangre)
  • Mantiene la presión arterial normal
  • Mantiene los huesos y los músculos sanos
  • Mantiene el nivel de hierro normal para la producción de sangre

Colesterol

Los distintos tipos de colesterol afectan el corazón de formas diferentes, tanto buenas como malas. El colesterol también es necesario para fabricar hormonas producidas por otros órganos.

Glucosa

Un azúcar que da energía al cuerpo (el hígado tiene que producirlo si no ha comido durante unas horas)

Limpia la sangre

Eliminación de amoníaco

La digestión del cuerpo o la descomposición de las proteínas produce una toxina (amoníaco) que es tóxica para el cerebro y los músculos.

Descomposición de fármacos/toxinas

El hígado procesa muchos fármacos y toxinas. Ayuda a eliminarlos de la sangre para evitar que se acumulen y causen daños.

Eliminación de bilirrubina

Proviene de la descomposición de los glóbulos rojos viejos y el hígado suele deshacerse de ellos (cuando el hígado no funciona correctamente, se produce demasiada bilirrubina, lo que provoca ictericia).

Almacena cosas

Vitaminas

Vitaminas A, D, E, K y B12

Minerales

Hierro, cobre

Figura 2. Healthy liver (above) and a liver with cirrhosis (below);. Fuente: NIH.

La cirrosis es la formación de tejido cicatricial en el hígado debido a una enfermedad hepática.

Muchas cosas pueden provocar una enfermedad hepática:

  • Virus: como la hepatitis B o C.
  • Toxinas como el alcohol o una acumulación de grasa en el hígado asociada con la diabetes o el sobrepeso.
  • Afecciones hepáticas hereditarias.
  • Afecciones autoinmunes en las que el sistema inmunitario del cuerpo daña las células hepáticas.

Básicamente, todas las enfermedades hepáticas provocan inflamación. La inflamación consiste en enrojecimiento, hinchazón, dolor o calor. Es una reacción de protección frente a lesiones, enfermedades o irritaciones. Es como si se quemara la piel y se enrojeciera (inflamara). Cuando el enrojecimiento desaparece, queda una cicatriz. En el hígado sucede lo mismo. Las células hepáticas inflamadas se reemplazan por tejido cicatricial. Esto se llama fibrosis. Cuando la fibrosis se agrava, aparece la cirrosis. Un hígado con cirrosis es duro, tiene bultos y suele encogerse.

Hasta 1 millón de estadounidenses tienen cirrosis. La cirrosis es más frecuente en adultos, mayores de 45 años. Hasta 1 de cada 200 personas mayores de 45 años tiene cirrosis. Con el tiempo, también aumenta el número de jóvenes con cirrosis. Los investigadores creen que las cifras reales pueden ser mayores porque muchas personas con cirrosis no reciben el diagnóstico.

En la etapa inicial de la cirrosis, es posible que no tenga síntomas. De hecho, una persona puede vivir muchos años con cirrosis sin saberlo. Si la enfermedad hepática se diagnostica a tiempo y se trata, el hígado puede permanecer en silencio durante muchos años. Pero si no se hace nada respecto a la causa de la cirrosis, la afección hepática puede empeorar, Por ejemplo, si sigue bebiendo alcohol o si no se trata la hepatitis u otras causas de la cirrosis. La función hepática puede mejorar si se trata la causa de la enfermedad hepática, como por ejemplo dejar de beber alcohol o tratar la hepatitis. El hígado puede regenerarse, pero la recuperación lleva tiempo.

Ictericia: coloración amarillenta de los ojos y la piel

La cirrosis puede ser “silenciosa”, sin ningún síntoma. La cirrosis puede incluir síntomas tales como:

  • Poca energía
  • Problemas para dormir
  • Caídas
  • Disminución de la satisfacción sexual
  • Picazón intensa
  • Calambres musculares
  • Pérdida de masa muscular
  • Várices sangrantes: sangrado interno por la inflamación de los vasos sanguíneos del esófago
  • Ascitis: acumulación de líquido en el abdomen
    Ascitis
  • Encefalopatía: confusión por la acumulación de toxinas en la sangre
  • Ictericia: coloración amarillenta de los ojos y la piel
  • Cáncer de hígado: también llamado carcinoma hepatocelular

La cirrosis tiene dos efectos:

  1. Disminuye la capacidad del hígado para realizar las tareas que le conciernen.
  2. Cambia la forma en que la sangre fluye por el cuerpo.

Este efecto sobre el flujo sanguíneo es muy importante. Toda la sangre fluye del intestino al hígado. La sangre fluye normalmente a través del hígado como por un camino abierto, pero la cirrosis provoca un atasco en el flujo sanguíneo. Como la sangre fluye con más lentitud, se produce una acumulación de presión en la vena porta, la conexión entre el intestino y el hígado. Esto se llama hipertensión portal. El resultado es una acumulación de sangre que causa muchos problemas:

  • Puede desviar la sangre por unas venas llamadas “várices”. Algunas várices se pueden encontrar en el conducto que lleva los alimentos de la boca al estómago (el esófago) o en el propio estómago.
  • Esto agranda el bazo a medida que se llena de sangre. El bazo acumula tanta sangre que termina absorbiendo cosas como las plaquetas, lo que reduce la cantidad de plaquetas y se puede detectar en los análisis de sangre. Las plaquetas son pequeñas células en nuestra sangre que detienen o previenen el sangrado.
  • Si la sangre se desvía del hígado, significa que el hígado no la está limpiando. Esto hace que las toxinas fluyan libremente por la sangre.
  • Al desviarse la sangre del hígado, llega menos sangre al corazón. Esto puede estresar el cuerpo, especialmente los riñones.
  • El aumento de la presión en la vena porta también hace que el líquido de la superficie del hígado y el intestino se acumule en el abdomen (ascitis), provocando hinchazón.

Es importante saber que, incluso en esta etapa avanzada, si se elimina la causa (como por ejemplo el alcohol), el hígado puede sanar poco a poco. Otras veces, la única forma de curar la cirrosis es reemplazar el hígado enfermo por uno sano, lo que se conoce como trasplante de hígado.

La cirrosis (y algunas enfermedades hepáticas sin cirrosis) puede causar carcinoma hepatocelular (cáncer de hígado), que es el tipo más frecuente de cáncer que se origina en el hígado.

El cáncer de hígado está en aumento, porque la cirrosis es cada vez más frecuente. Cada año, aparece en unas 2 de cada 100 personas con cirrosis. Un cáncer de hígado “pequeño” empieza como una masa (tumor) o bulto dentro del hígado y suele crecer lentamente, pero a veces puede crecer muy rápido. En ocasiones, se presentan muchos tumores en todo el hígado en lugar de uno solo. Un cáncer de hígado pequeño no produce síntomas.

La cirrosis (y algunas enfermedades hepáticas sin cirrosis) puede causar carcinoma hepatocelular (cáncer de hígado), que es el tipo más frecuente de cáncer que se origina en el hígado.

La mayoría de los casos de cáncer de hígado se detectan con imagenología mediante ecografía. La imagenología mediante ecografía utiliza ondas sonoras para formar imágenes de los tejidos y órganos en una pantalla de computadora (sonograma). Es el mismo tipo de ecografía que se utiliza durante el embarazo para controlar a los bebés. Es muy seguro, no es invasivo y no utiliza radiación. La imagenología mediante ecografía solo puede mostrar la presencia o la ausencia de una masa, no puede indicar si la masa es cáncer de hígado. Es muy importante saber que no todas las masas en el hígado se tratan de cáncer. Por este motivo, si detectamos una masa hepática con la ecografía, nuestro siguiente paso es realizar una exploración mediante CT o MRI. La mayoría de los casos de cáncer se pueden diagnosticar a partir de una exploración mediante CT o MRI de buena calidad.

Un equipo de especialistas administra tratamiento a los pacientes con cáncer de hígado. El tratamiento depende del tamaño del cáncer, de su localización en el hígado, de su número y de si se ha extendido fuera del hígado. Además, el tratamiento se basará en la gravedad de su enfermedad y la de su hígado. Existen diferentes tratamientos para los pacientes, que incluyen cirugía, procedimientos realizados por un radiólogo especialista, medicamentos recetados por un oncólogo o un trasplante de hígado.

Mitos sobre la cirrosis

Verdad: la mayoría de las personas con cirrosis no se sienten enfermas ni tienen dolor. Las personas con cirrosis pueden sentirse normales durante muchos años. A veces, las personas con cirrosis pueden sentirse cansadas, pero esto puede deberse a muchos otros problemas o enfermedades comunes. Cuando comienza a sentirse mal a causa de la cirrosis, lo llamamos “descompensación”. Puede presentar coloración amarillenta de los ojos y la piel (ictericia), acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), confusión por la acumulación de toxinas (encefalopatía) o sangrado interno por la inflamación de los vasos sanguíneos del esófago (por várices).

Verdad: muchas limpiezas de hígado dicen que pueden curar su enfermedad hepática, pero no funcionan. Estas limpiezas de hígado no se evalúan para garantizar que sean seguras. Muchas de ellas pueden dañar su hígado y, de hecho, hacer que se enferme más. La cirrosis se debe a la acumulación de tejido cicatricial en el hígado y no existen medicamentos ni limpiezas para eliminarlo. Sin embargo, su médico puede darle medicamentos para ayudarle a sentirse mejor. Si tiene cirrosis o se siente enfermo, hable con su médico y colabore con él para obtener medicamentos seguros que le ayuden a sentirse mejor.

Verdad: comer proteína es muy bueno para usted y su hígado. Hace muchos años, los médicos pensaban que comer demasiada proteína era perjudicial para el hígado y provocaba confusión. Ahora, sabemos que comer proteína es bueno para el hígado. Le ayuda a mantenerse fuerte y es muy seguro. No tenga miedo de comer mucha proteína y, si tiene preguntas, puede hablar sobre su dieta con su médico.

Verdad: la cirrosis tiene muchas causas además del alcohol. Entre ellas se incluyen virus como el de la hepatitis B o C, acumulación de grasa en el hígado por sobrepeso o diabetes, afecciones autoinmunitarias en las que el sistema inmunitario del cuerpo daña las células hepáticas y afecciones hereditarias. Con el tiempo, todas estas afecciones pueden causar lesiones en el hígado que acaben provocando formación de tejido cicatricial o cirrosis.

Verdad: un tipo de alcohol no es más seguro que otro. En cambio, lo importante es la cantidad que se bebe. Un trago equivale a 12 onzas de cerveza, una copa de vino de 5 onzas o 1.5 onzas (es decir, una medida) de licor. El contenido de alcohol es el mismo en estas tres bebidas. Las mujeres con un hígado sano no deben tomar más de 1 bebida alcohólica al día y los hombres con un hígado sano no deben tomar más de 2 bebidas alcohólicas al día. Si tiene cirrosis, no debe beber alcohol.

Verdad: el hígado solo puede regenerarse si está lo bastante sano y no tiene mucho tejido cicatricial. Una vez que se produce la cirrosis o la formación de tejido cicatricial, es posible que el hígado no pueda regenerarse. Esto significa que el daño hepático puede no ser reversible.

Ayudamos a que las personas con cirrosis se mantengan sanas.